El aura se puede definir como una energía luminosa, o campo electromagnético, capaz de rodear a cualquier ser vivo. No se puede ver a simple vista, y es que combina tanto el cuerpo etéreo, físico y emocional, estando compuesta de la misma información que forma nuestras almas.
Composición del aura
El aura tiene un tamaño aproximado de entre 1-3 pies de distancia sobre el cuerpo, avanzado en todas direcciones; digamos que es cómo una especie de huevo, compuesto por diferentes capas, como si fuera un escudo protector que nos recubre.
Se piensa que está dividido en hasta 7 capas, aunque algunas personas piensan que son 12 o hasta más. Estas son algunas de las capas que la componen:
- Cuerpo etéreo: Es la capa que está más cerca de nuestro cuerpo físico y que normalmente refleja nuestra salud, además de nuestros instintos. Se suele representar con un color azul claro, o con una tonalidad plana. Sin embargo, en el caso de existir una enfermedad, el color será oscuro.
- Cuerpo emocional: Capa que tiene por objetivo reflejar el estado de ánimo de cada persona, de la misma manera que las reacciones a ciertas emociones. Esta capa es la más versátil, y es que cambia de forma continua en base al estado de ánimo de cualquier persona.
En esta capa se acumulan los residuos más fuertes de las emociones, como puede ser el miedo o la rabia. Cada emoción es capaz de generar diferentes tonalidades, lo que hacen que esta capa pueda ser multi-color.
- Cuerpo mental: El “cuerpo mental” está relacionado con lo que conocemos como consciencia. Aquí se encuentran las intenciones y los pensamientos de cada persona. Lo más común es que sea naranja o amarillo (si la capa es amarilla quiere decir que nuestra capacidad intelectual es alta).
- Cuerpo astral: Capa unida al cuerpo físico a través de un cordón de plata. Con ella se representan nuestros deseos más intensos y, de alguna manera, el avance que hacemos hacia el amor incondicional.
- Cuerpo espiritual: Relacionado con el canal que existe entre nosotros y nuestro propósito global.
- Cuerpo mayor: Conexión entre la consciencia humana y el plano espiritual.
- Cuerpo divino: Conexión entre el propósito supremo del individuo y su camino espiritual.
Es decir, el aura refleja nuestros sentimientos, pensamientos y experiencias, de la misma manera que la energía presente en nuestro entorno.
En ningún caso es estática, si no que cambiará con el tiempo, con nuestro avance y con el entorno.